Un tango amargo y rancio acompaña el recorrido
desde el piso, en la vereda
la cabeza cortada de un perro me da los buenos dias
y el desayuno busca escpar de mi estomago,
las charlas ajenas que aturden
y se escuchan aunque no quiera,
algo o alguien masturbandoce en el asiento del fondo
pienso que este seria un buen momento para volver a escribir
el perro sombi :|
ResponderEliminaranonimo. (pablo)